La vagina tiene su propia inteligencia.
Esta inteligencia va más allá de tus ideas acerca de cómo debería ser o comportarse tu vagina y de lo que a tu excitación le gustaría hacer con ella.
He observado en algunos momentos que incluso cuando había excitación y deseo, mi vagina no estaba relajada y abierta para la penetración, al principio esto me desconcertaba enormemente.
Cuando empiezas a sensibilizar tu cuerpo, y a escucharlo, el cuerpo habla y se manifiesta de formas que aún no puedes entender. Es frustrante, más si cabe en esos momentos tan íntimos donde tienes ganas de conectarte, hay deseo, el fuego está álgido.
Este síntoma es mucho más común entre las mujeres de lo que piensas y se habla entre nosotras.
Cuando esto ocurre lo normal es juzgarte y pensar que tienes un problema de falta de lívido, que no eres buena en la cama, que se debe a la edad, vaginismo etc… Lo que yo observo es que esto son síntomas, más que causas o problemas en sí. Con ello no quiero generalizar, ya que cada mujer es un mundo.
Lo que quiero compartir contigo es que en la mujer, el útero y el corazón están íntimamente conectados.
Hay un canal energético entre ambos que puedes sentir con un poco de práctica, esto quiere decir que tu vagina es un camino hacia tu corazón por tanto la vagina es posible que responda más a tu corazón que a tu cabeza.
¿Cómo está tu corazón en esta relación en la que tu vagina no se abre, está abierto o protegido, resentido?
Cuando te encuentres en una relación o una época que ante la penetración tu vagina tiende a cerrarse, te invito a:
- Escucharla a no forzarla. Puedes tener una pequeña conversación con ella y preguntarle qué le pasa, haciendo un dibujo de ella, poniéndote la mano, preguntándole directamente y escuchando su respuesta.
Las mujeres tenemos una herencia poco sana de complacer a los demás, incluso pasando por encima nuestra. Quizás has consentido relaciones sexuales que eran incómodas para ti al no estar relajada la vagina, o en las que sientes dolor después de la relación. Por miedo a que nuestro compañero/a se vaya con alguien más fogoso/a, por vergüenza a comunicar lo que nos pasa y mostrar nuestra vulnerabilidad.
- Observar como está tu corazón. Si tiene alguna emoción que no ha expresado con la persona que compartes, si te encuentras en un momento de cambio y necesitas otras cosas. Si aunque estés excitada, necesitas más confianza e intimidad con esta persona. Te invito a observar si necesitas algo de ti o de tu compañero.
- La vagina es un órgano receptivo, está diseñada para recibir al pene, al otro/a. Todo lo receptivo es más vulnerable, se abre para acoger. Es una abertura al otro en tu parte más intima, es normal que ella tenga sus preferencias.
Esta timidez de tu vagina es una oportunidad a conocerte más, a investigar qué necesitas para estar más placentera, a ser creativa para darte gusto y pedirlo.
Feliz viaje de escucha a tu vagina.
Pushya Alfonso Jiménez.
Imagen: Hilde Atalanta “The Vulva Gallery”