Hoy quiero reflexionar contigo acerca del placer y la presencia:
Si hay placer en lo que haces, es por que estás presente.
Entendiendo el placer no como el hedonismo con el que
huimos de sensaciones que no queremos sentir:
Por ejemplo ver una serie cuando estás triste.
Hablo del placer que te hace sentir más conectada/o a ti,
más vivo/a, más vibrante y con más confianza.
Este placer está disponible las 24 horas del día, para cada persona.
Lo único que necesitas es reconectarte a él en lo cotidiano.
Si estás tomándo un tiempo para hacer algo placentero, te estás amando.
Ahora que todos hablamos de amarnos a nosotros mismos,
¿cuanto tiempo le dedicas en tu rutina?
Te invito a empezar por las pequeñas acciones cotidianas que ya haces:
Sentir tu piel cuando te pones la crema después del baño.
Tomarte el café de la mañana saboreando este momento.
Disfruta de tu cuerpo en movimiento pedaleando con la bici por la ciudad mientras vas al trabajo.
Acaricia tus genitales sin prisa cuando te toques.
Canta a tope esa canción que te gusta y escuchas en la radio.
Cocínate con mimo una comida que te siente bien y te guste.
Saborear alguno de tus hábitos cada día, con lentitud como un ritual de autocuidao y autoplacer.
Te llevará 5 – 10 minutos de tu tiempo.
Sé placentero contigo.
Con amor, Pushya.
Foto: Jernej Graj
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