¿Te has acostumbrado a un umbral de insatisfacción y te has resignado?
Nos pasa a la mayoría, hasta que la vida te sacude con una separación, un duelo, una pérdida de salud, y ahí nos damos cuenta de que hay más vida en nosotras de la que nos estamos permitiendo.
¿Te ha pasado?
A mí sí, me tocó derribar partes de la casa o media casa y empezar de nuevo.
Como hoja de Otoño es hora de soltar esas limitaciones.
El primer paso es mirar aunque te escueza los aspectos en que te has abandonado:
¿Incluir tus deseos en las relaciones sexuales ?
¿Priorizar lo que necesitabas, antes que ocuparte de los demás ?…..
Tú los conoces, mirarlos te ayudará a dejar de repetirlos.
El segundo paso, es darte eso que no pudiste darte en aquel momento:
Dejar de esperar que venga alguien a dártelo, pedirlo si lo necesitas de otro será el tercer paso. Comienza a afianzarlo en ti.
- Ponte el vestido que estás guardando para un encuentro especial y date un paseo, disfrútate con él.
- Tomate una hora y acaríciate con un aceite rico, sintiendo toda tu piel y alimentando su anhelo de ser tocada.
- Date un tiempo diario para estar contigo, para hacer algo que te haga bien: meditar, hacer deporte, pasear, pintar, bailar, crear… donde retomarte con gusto, crea momentos de intimidad y satisfacción propia.
¡¡Ojo!! Al comienzo esta práctica de darte a ti, necesitas hacerla con frecuencia…. para que el ponerte excusas por el trabajo, el cansancio, etc, vaya perdiendo fuerza. Te estás rescatando de tu hábito de abandonarte en partes esenciales de ti, que te debilitan en las relaciones y te impiden ser más feliz.
¡¡Se puede!! Conquistar tu sexualidad, abrazar a la Afrodita que llevas dentro que ama de forma libre, por que a la primera que cuida y ama es a ella misma.
Sólo es necesario mantener un pequeño tiempo diario para ti.
Mi intención es inspirarte a ello, acompañándote hasta que ese espacio de autoplacer y cuidado se haga tuyo.
Pushya Alfonso