En este momento de la mujer, acontecen cambios físicos y psicológicos que afectan de manera profunda a la mujer. Cambian sus necesidades en relación a la importancia que antes se le daba a los cuidados de los demás, a lo exterior.
El foco que antes estaba hacia fuera ahora gira hacia dentro y acontece una necesidad de estar para tí misma, de atender tus necesidades, de darte el permiso de ser más libre y eliminar todo aquello que no es esencial para tí.
Estos cambios que vive la mujer, a veces no son entendidos en tu entorno o pueden ser un punto de fricción en la pareja y demás relaciones. Lo que estaba acomodado, establecido desde hace tiempo en una relación es posible que ahora no genere bienestar a la mujer.
Esta nueva forma en ti a veces no es entendida o es irritable para ti o los otros, ya que os mueve a salir de la zona de confort construida durante mucho tiempo y os enfrenta a que lo conocido ya no sirve. Se abre un espacio de vacío donde lo nuevo no es conocido aún y lo viejo no es posible.
La forma de afrontar estos vacíos es todo un arte, puedes quedarte queriendo repetir el pasado y por tanto frustración está asegurada.
Es importante no considerar la menopausia como una anomalía o conjunto de síntomas a curar, si no como una oportunidad para conocerte, dejandote estar lo que surja.
Puedes aprovechar este momento para crear espacios y formas nuevas de relacionarte y comunicarte.
Este movimiento sucede especialmente en la sexualidad, unido a algunos síntomas físicos como sequedad vaginal, descenso del apetito sexual, las paredes de la vagina se hacen más finas y más sensibles , etc..
El Tantra te ayuda:
A crear nuevas formas de relación con tu sexualidad estés en pareja o sola. Comprendiendo y gestionando los estados emocionales que te suceden en este cambio vital, a disfrutar tu nueva etapa y estar placentera contigo.
A continuación te dejo 5 sencillas prácticas que puedes incluir en tu vida y en tus relaciones sexuales ya sea contigo o compartiéndolas, para seguir disfrutando de tu sexualidad.
- Respiración: usa la respiración como una forma de conectar contigo. Cada inhalación – exhalación es una caricia interna que te trae a ti y amplia tus sensaciones.
- Tacto: con ayuda de la respiración usa el tacto para recorrer amorosamente todo tu cuerpo, para acariciarte y sentir tu piel, la forma de tu cuerpo, para reconocerlo y darle la bienvenida. Si estás en pareja pídeselo a tu pareja. Podéis jugar juntos a ello.
- Menos es más: usa la respiración y el tacto anteriormente descrito para descubrirte / ros de nuevo. Cada caricia es nueva y sucede en este momento, trae tu atención a cada caricia, a la mirada , al contacto contigo y con el otro. Quedaros en cada contacto que sucede sin querer correr a otro momento, disfruta de este momento que sucede ahora y déjate sorprender por el siguiente instante. Explora el presente abandonando las ideas del pasado.
- Practica la receptividad: pide a tu pareja, amante algo que te gustaría recibir, caricias, masaje, palabras al oído, lo que sea gustoso para ti. Practica el arte de recibir, sentir, deja que las sensaciones recorran cuerpo. Pidiendo lo que necesitas.
Si estás sola, crea un espacio bonito para ti y date este regalo a ti misma: diciéndote palabras que te gustaría escuchar, acariciándote, date un automasaje, un baño con esencias.
- Comunicación: durante vuestro encuentro ábrete a la comunicación sincera. Compartiendo lo que te resulta placentero y lo que no, sois un equipo construyendo un nuevo caminar juntos. Pídele a tu compañera/o que también te diga lo que le resulta agradable o no.
Si en este momento no compartes tu vida con nadie, en las exploraciones anteriormente descritas, observa lo que te hace disfrutar o no. Tu propia observación va a ser tu compañera en este momento, así cuando compartas con alguien te conocerás bien y habrás adquirido esta seguridad contigo misma.
El disfrute es posible a cualquier edad, sola o en compañía. Nos lleva de una dimensión de la vida rutinaria a vivir el paraíso ahora.
Pushya Alfonso Jiménez
Foto: Eugene Chystiakov