La vida ancha y profunda, nos ama profundamente.
Si la escuchamos, viene continuamente a decirnos cuando no la estamos viviendo con grandeza, cuando estamos estrechando nuestra posibilidades de amar, gozar, de ser grandes….a menudo nos molestan los síntomas que nos devuelve, nos jode mirar lo que nos trae. Ella como un océano eterno sigue trayendo olas de verdad a nuestros ojos.
Gracias vida, gracias consciencia por recordarme una y otra vez la grandeza y fragilidad de que estamos hechos, poco a poco me atrevo a sumergirme cada vez más en tus aguas, soltando lo conocido y añejo en mí. Gracias vida….
Pushya Alfonso Jiménez