Tantra y placer

El placer se cultiva día a día

El pasado Miércoles tuve que anular un encuentro con vosotros en redes. Durante un ratito estuve contrariada, después me di cuenta que me había reservado el espacio, la copa de vino y tenía la playlist para la clase, así que estuve disfrutando de ese tiempo, bailando, tomándome el vino, con el ambiente cálido que había creado y me estuve dando un masaje.

Moraleja: uno propone y la vida dispone, lo importante es que estar con disposición de disfrutar.

Quiero compartir hoy contigo, el placer es una capacidad que se entrena, no cae del cielo y ese entrenamiento nos hace estar más abiertos a recibirlo, a darlo. No solo en las relaciones sexuales, sino en cada actividad en que te involucras.

El placer ha sido denostado por nuestra cultura, es una cualidad del femenino y no me refiero solo de las mujeres, sino al principio femenino que encarna cualidades como la calidez, lo común, el placer, el proceso, la vulnerabilidad, estas expresiones han sido supeditadas a lo productivo si no es productivo, exitoso no tiene valor.

Importante no confundir placer con hedonismo, el hedonismo es cuando me como toda la tableta de  chocolate por no sentir algo,

El placer nunca será productivo, en cuento metes la productividad el placer salta por la ventana. Es una cualidad que sucede en el momento, acontece cuando estamos relajados con lo que sucede ahora sin evitar lo que sentimos ni querer ir a otro lugar.

Para mi ha sido un desafío en mi vida priorizarlo, equilibrar en mi rutina mis tareas con el placer, crear relaciones basadas en el placer y no tanto desde  el miedo, sentirme valiosa por lo que soy y no por lo que hago o esperan de mí.

Equilibrar el placer en nuestras vidas es una bella señal de amor propio, dejamos de esperar que la pareja, amante o amigo traiga el placer en bandeja, a comprometerme con vivir desde el placer y agradecer la suerte de estar viva.

Este es el camino del Tantra abrazar cada aspecto de ti lo masculino y femenino, lo agradable y lo que rechazo, atravesarlo e integrarlo dejando que brille el amor que ya eres y el placer que te mereces.

Retomar el placer es al fin y al cabo retomar nuestra dignidad, dejar de supeditarla a la mirada externa.

Con amor para ti, Pushya.

Imagen: Dainis Graveris

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