Queridos es Otoño y nos toca sembrar lo que queremos ver florecer en el próximo ciclo.
Ahora que vivo en el campo me impresiona lo rápido que sucede cada estación y como nos empuja. La naturaleza no duda en entregarse a cada cambio, a cada renacer y morir.
Tu sexualidad es una manifestación íntima de ti: de tu ternura, de tu pasión, de tu emoción, de tu corporeidad… está llena de la vida que eres.
¿Cómo usas el potencial de tu sexualidad en tu día a día?
Si esperas que alguien venga a hacerte disfrutar, compartirla va a ser poco más que un momento de desahogo…. y está bien que a veces sea así.
Quiero decirte que…… hay mucho más, quiero inspirarte a que la uses en tu día a día… una fuerza que te ayuda a estar vital y gozoso/a, esa es mi experiencia:
Cuando comas, nota el sabor atravesando tu cuerpo.
Cuando necesites poner límites siente tus genitales como tu raíz, dándote firmeza.
Cuando toques, absorbe el tacto de la piel en tu mano contándote como ese cuerpo necesita que lo acaricies.
Cuando trabajes incluye tu cuerpo, cuídalo, escuchate también cuando haces cosas en el afuera.
Todo ello te hará sentirte en contacto contigo, vivo y viva.
¿ Qué cosas necesitas soltar para que tu sexualidad florezca ?
Pequeñas rutinas te quitan la vitalidad y te llevan a un estado de insatisfacción en ciertos aspectos de tu vida.
¡Bendita insatisfacción!
Difícil de sentir si, gracias a ella paras a replantear en que dirección vas y como te estas tratando:
Si piensas que no puedes,
que no eres suficiente,
si las emociones te desbordan
o te paralizan a abrirte,
si estás dolido y has cerrado tu corazón.
Planta tu semilla, para que la fragancia de lo que eres florezca, y date cuenta qué te está quitando fuerza.
Adelante!!… el único camino que te satisface es florecer… a pesar del riesgo.
Es el caminar del héroe y la heroína:
Dejar de dudar de tí mismo mientras caminas
Aprender a amarte donde no encontraste amor
Ser firme en lo que necesitas a pesar que los demás no te entiendan
Ocuparte de tí en aquellos aspectos en que eres menos ducho
Darte tiempo para intimar contigo, para sentir el deleite de estar vivo.