La libertad para el Tantra es ser uno mismo en la circunstancia o momento que estás viviendo.
Es posible que tus relaciones te hayas dado cuenta que tiendes a perderte en el otro cuando intimas, difuminando tus necesidades y prioridades. O que el miedo a perder tu libertad al entrar en una relación te provoque sofoco y dificultad para entregarte.
Para que una relación sea nutritiva necesita de amor + libertad.
Este equilibrio cuando no está asentado dentro de ti, crea relaciones que nos generan más sufrimiento que serenidad.
Ser libre de tus pensamientos, juicios, creencias limitantes, exigencias, es fundamental, tanto como ser capaz de amar tus dificultades, peculiaridades y vulnerabilidad. Solo observándote y despegándote de ciertas creencias podrás ser libre. Además de conocerte, ser compasivo con tus dificultades, te hará libre de ellas. Sin luchar en contra de ti, sino dándote ternura y compasión en esos momentos difíciles.
Independientemente de tu sexo, posees cualidades masculinas y femeninas, más desarrolladas o menos. Vivirte en libertad es más fácil cuando tu parte masculina y femenina están en sintonía, en comunicación.
El masculino enriquece con la cualidad de la libertad.
El femenino suma con la cualidad del amor.
Es necesaria un colaboración entre el masculino y el femenino dentro y fuera de tí. Ambas formas son necesarias y complementarias, para crear relaciones con intimidad.