Hoy vengo a hablarte del poder transformador de la sexualidad.
El tantra no fomenta ni niega la sexualidad, simplemente la reconoce en todo su esplendor como la expresión más íntima, generadora de vida e inseparable de nuestro crecimiento como seres humanos plenos.
En estos días que volvemos a sentir los efectos del aislamiento y el miedo al contagio que va calando en nuestra forma de vivir…. la sexualidad es una gran aliada.
El placer aporta oxitocina en tu sangre y si hay oxitocina disminuye el cortisol que genera el miedo que tan presente está en nuestra sociedad ahora.
Mi visión es que aunque el contacto vuelva a ser difícil fuera, nos tenemos y tenemos la capacidad de generarnos placer, disfrute y conectar con la alegría de vivir, más allá del escenario que se nos propone afuera.
Es un momento de desafío en el cual puedes dejarte caer en la inercia del autoabandono o sacar tus herramientas de autocuidado.
Si en este momento estás sola/o te ayudará a:
Disfrutar los momentos de soledad, llenarlos del placer que te das.
Cambiar la sensación de aislamiento, por el poder de tu propia compañía.
Investigar nuevas formas de intimar contigo
La Sexualidad alienta la creatividad, tan necesaria para tus proyectos de inicio de año.
Puedes comenzar dándote una sesión de tacto amoroso y presente, acariciándote sin prisas notando tu cuerpo y respirando en ese tocarte, dejando que la respiración vaya acompañando las caricias.
Es una alquimia que puedes hacer tu mismo/a en casa, llenado la soledad de momentos gustosos contigo, de intimidad y autocuidado, ¿que mejor inversión?
Si estás con tu amado/a – amante:
Tenéis un tiempo extra para intimar.
Generará unión entre vosotros en este momento raro de vivir.
Redondeará las desavenencias de la intensa convivencia.
Si tenéis hijos, podéis quedaros uno con ellos para que tu pareja tenga su sesión de autoamor, así cada uno tiene su momento de descanso e intimidad.