Si permites la sabiduría de tus genitales

Quiero compartir contigo reflexiones del grupo de parejas con quienes estuvimos comentando ayer.

Cuando incluimos nuestros genitales en el juego amoroso, ¿te suele suceder que se precipitan ideas del tipo?

  • “Tendría que tener una erección ya.”
  • “Debería estar excitada y lista para la penetración en este momento.”

La fluidez se corta al aparecer estas u otras expectativas o miedos.

Nuestros genitales están estresados; les pedimos muy a menudo que respondan a las expectativas propias o de la persona con quien compartimos. Esto cortocircuita la naturalidad en las relaciones.

Cuando damos la autoridad a lo que nuestro cuerpo siente, bajamos el volumen de las ideas de nuestra cabeza. El miedo, la inseguridad o las expectativas dejan de interrumpir. Los genitales tienen una inteligencia propia; si no los empujamos, saben cuándo abrirse, cuándo estar en erección y cuándo no es necesario ninguna de las dos cosas.

Los genitales tienen una inteligencia propia

El juego amoroso continúa más allá de que en un momento haya excitación y la vagina no esté dispuesta a abrirse. Cuando esto sucede, es muy importante respetar la no abertura de tu vagina, seguir jugando con tu cuerpo, seguir trayéndote placer, ya que si la fuerzas, ella se va a proteger cerrándose, desconfiando de ti.

Respetar sus momentos de no erección es fundamental.

Lo mismo sucede con el pene. Respetar sus momentos de no erección es fundamental, ya que en esos momentos en los cuales el pene no está erecto, se está regenerando. Si confiamos, la erección vuelve al poco tiempo. Podemos seguir jugando sin erección; la meta es el placer y podemos seguir creando placer juntos mientras nuestros genitales se toman un descanso.

Por ello, fluir con lo que nos va pasando no solo nos hace sentir más libres en las relaciones, sino que aprendemos a confiar en nuestros ritmos y, al comunicárnoslos, entramos en intimidad.

El cultivo de la intimidad es lo que mantiene nuestra sexualidad fresca y placentera.

¿Cómo podemos abrir con totalidad nuestro cuerpo, si no podemos abrirnos a cómo nos sentimos?

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